| La leyenda |
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Esta es nuestra visión de la leyenda de Roxín Roxal y por ende Ponte do Porco.
Don Nuno Freire de Andrade, tercer señor de Pontedeume, tenía una hija hermosa e inquieta llamada Teresa. Tenía también a su servicio un doncel alto, delgado y bien formado de cuerpo, contento, rubio y sonriente al que llamaban Roxin Roxal. En tan buena estima lo tenía don Nuno que cierta vez le regaló su puñal de plata. - defiende con él la tus señores - así lo haré
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Más quiso el destino que entre Teresa y el doncel naciera, como sin querer un amor imposible. Don Nuno, al saberlo perdió el juicio: - O te casas con don Henrique Osorio, noble como ti, o Roxin Roxal perderá la vida. Teresa se casó con don Henrique, y Roxin Roxal pasaba el día y la noche comido por la melancolía. Un atardecer de otoño don Nuno lo sorprendió mirando lánguidamente para la ventana cerrada de la cámara nupcial de la forzada pareja. - Marcha de mis tierras Roxin Roxal. Don Henrique no sabía que hacer para ganar la admiración de su esposa.
La tragedia se contó en toda la comarca. No había nadie que no supiera de la dureza de corazón del padre, de la cobardía del yerno, del amor infinito del doncel. Y de allí a unos días, de mañana, un bulto negro apareció en medio del puente. Mucha gente se acercó. Era el jabalí, muerto. En el cuello ensangrentado estaba clavada hasta la empuñadura la daga de plata que don Nuno le había regalado, aquel día, a Roxin Roxal. Desde entonces aquel lugar se conoce con el nombre nombre de PONTE DO PORCO.
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